martes, 22 de enero de 2013

Romance del Conde Olinos

Hace unos días descubrimos los romances. 
Los romances son poemas que se popularizaron en el S. XV y estaban pensados para ser recitados y/o cantados acompañándose de un instrumento. Siendo transmitidos de forma orales en esa época cuando se empiezan a recoger de forma escrita en los romanceros
Estos poemas se caracterizan por tener versos octosílabos y por tener rima asonante en los versos pares.
Se cree que el origen de los romances está en los "cantares de gesta", de los cuales se extraían fragmentos que a petición del público se repetían por ser los que más gustaban. Estos fragmentos empezaron a ser tan populares que se empezaron a componer poemas con esas mismas características, naciendo así el romance.
Uno de los más famosos es "El Romance del Conde Olinos". Bueno, pues aquí os dejo este romance en la versión encontrada en Mojados (Valladolid) por Joaquín Díaz e interpretada por él mismo. Que lo disfrutéis.


Madrugaba el Conde Olinos
mañanita de San Juan 
a dar agua a su caballo,
a las orillas del mar. 
Mientras el caballo bebe,
canta un hermoso cantar, 
las aves que iban volando,
se paraban a escuchar. 
- Bebe, mi caballo, bebe,
Dios te me libre de mal, 
de los vientos de la tierra
y de las furias del mar. 
La reina lo estaba oyendo
desde su palacio real. 
- Mira, hija, como canta
la sirena de la mar. 
- No es la sirenita, madre,
que esa tiene otro cantar, 
es la voz del Conde Olinos,
que me canta a mí un cantar. 
- Si es la voz del Conde Olinos,
yo lo mandaré matar,
que para casar contigo,
le falta la sangre real. 
- No le mande matar, madre,
no le mande usted matar, 
que si mata al Conde Olinos,
a mí la muerte me da. 
Guardias mandaba la reina
al Conde Olinos buscar, 
que le maten a lanzadas
y echen su cuerpo a la mar.
La infantina con gran pena,
no dejaba de llorar; 
él murió a la medianoche,
y ella a los gallos cantar. 
A ella como hija de reyes
la entierran en el altar, 
y a él como hijo de condes
cuatro pasos más atrás. 
De ella nació un rosal blanco,
de él nació un espino albar;
crece el uno, crece el otro,
los dos se van a juntar. 
La reina llena de envidia,
ambos los mandó cortar, 
el galán que los cortaba,
no dejaba de llorar. 
De ella naciera una garza,
de él un fuerte gavilán, 
juntos vuelan por el cielo,
juntos se van a posar.

1 comentario: